Si nos remontamos en el tiempo con la intención de sumergirnos en la historia del Jockey Club Córdoba, tenemos que retroceder hasta el año 1887, momento en que Argentina vivía uno de los períodos de mayor prosperidad.

Eran épocas donde nuestro país era el Granero del Mundo, de aquel grupo de hombres soñadores y pujantes que conformaron la Generación del 80 logrando transformaciones de tipo ideológicas, políticas y sociales.

Con la llegada del ferrocarril, era el momento donde Córdoba, la vieja aldea colonial, comenzaba a transformarse en una ciudad moderna; llena de inmigrantes europeos que venían a impregnarnos de su cultura, dejando un sello que persiste hasta la actualidad.

Pero seis años anteriores a la creación del club, un 7 de noviembre de 1881, se sancionó la primera Ley que reglamenta las carreras de caballos. En ese tiempo, el ingeniero Luis Revol, tuvo la iniciativa de fundar una institución destinada al fomento de la actividad hípica, aunque no prosperó.

De esta manera, y con el fracaso de sus gestiones, un 26 de enero de 1887 el vice gobernador de Córdoba, José Echenique y el ministro de Gobierno, Ramón J. Cárcano, emiten un decreto donde establecían tres carreras al año: el 25 de marzo, el 25 de mayo y el 9 de julio. Se fijó el monto de los premios y las condiciones que debían reunir los competidores.

Luego se designó una comisión integrada por nueve miembros: Benigno Acosta fue el primer Presidente, Ceferino Ferreira el vicepresidente, Norberto Allende fue el primer secretario, y como vocales se desiganó a Manuel Torres Cabrera, Samuel Palacios, Justiniano Almeida, Pablo Moyano, Generoso Galíndez y Secundino del Signo.

Posteriormente, el 13 de mayo a las 19:30 horas, se realizó una asamblea que dio comienzo a la institución; se aprobaron los estatutos y se confirmó la Comisión Directiva.

Así nace el Jockey Club Córdoba; con idas y venidas pero con un precepto claro: ser un lugar donde se forjen lazos de amistad, contribuyendo a la integridad social, cultural y deportiva.

“El Jockey Club de Córdoba es un centro social; fomenta los deportes y promueve el mejoramiento de la raza caballar en la Provincia”, reza el artículo 1º del 25 de octubre de 1930, momento donde se aprobaron los nuevos estatutos de la institución.

La primera carrera de caballos debía efectuarse el 25 de marzo, tal como estaba convenido, pero por falta de inscriptos la competencia debió postergarse y finalmente se realizó el 25 de mayo. Fue una fiesta multitudinaria que no distinguió clases sociales. Hombre y mujeres de todos los estratos de la sociedad desbordaron las instalaciones.

El 12 de diciembre de 1887 el entonces Presidente de la Nación, Miguel Juárez Celman, visitó Córdoba y en su honor se hicieron varias celebraciones que también incluyeron las carreras inaugurales del nuevo hipódromo que, cuatro días luego de su partida, fue puesto bajo su patrocinio y bautizado Hipódromo Nacional.

El tiempo pasaba y se sumaban al Club figuras de gran relevancia política y social, que hoy resuenan en la historia del país y de Córdoba. José Figueroa Alcorta –quien era Presidente de la Nación-, José Echenique –vice gobernador provincial- y Luis Revol –que en su momento también era intendente de la Docta y Presidente del Club-.

El Hipódromo de Barrio Jardín

El Hipódromo Nacional no se utilizó por muchos años debido a las dificultades de acceso, motivo por el cual se usó el de pueblo General Paz, tierras que pertenecían a Augusto López, un magnate de grandes riquezas.

Fue el 24 de octubre de 1918 cuando se autorizó a Telasco Castellano, Presidente del Jockey Club Córdoba para comprar 38 hectáreas y con la ayuda de un préstamo otorgado por el Jockey Club de Buenos Aires, se adquirieron las tierras donde actualmente se encuentra el Hipódromo de Barrio Jardín.

El ingeniero Blanco trazó los nuevos planos, el Club le obsequió una medalla de oro y lo designó miembro de una Comisión de Obras. El 23 de mayo de 1920 se inauguraron las instalaciones y los medios de comunicación se hicieron eco de la noticia.

Seis años más tarde se amplió el terreno y al año siguiente se autorizó a la presidencia a construir los jardines.

Durante la presidencia de Elías Yofre se realizaron nuevas adquisiciones de terrenos y se ampliaron considerablemente las dimensiones de la propiedad, además de realizarse numerosas obras.

Actualmente el Hipódromo de Barrio Jardín cuenta con una pista principal de dos mil metros de elipse, veinte metros de ancho, amplias tribunas, un moderno tattersall y boxes.

Sede Social

La Sede Social merece un párrafo aparte; su estructura, arquitectura y todos los años y acontecimientos que están impregnados en sus paredes, la convierten en uno de los lugares más emblemáticos de Córdoba y de los melancólicos socios vitalicios del Club.

En sus comienzos no estaba situada en la tradicional esquina de Avenida Colón y Avenida General Paz, sino que deambuló por diferentes salones, casas y hasta bares de la ciudad.

Recién el 20 de agosto de 1927 Carlos Rodríguez de la Torre, Presidente de la institución, informó que compraría y alquilaría parte de un inmueble situado en General Paz 172. Con el paso del tiempo, se dieron cuenta que la propiedad no contaba con las comodidades suficientes y resultaba chica para la cantidad de socios.

La Comisión Directiva evaluó diversas propuestas y el 20 de octubre de 1937 se autorizó al Presidente Elías Yofre a comprar la actual sede.

Pasaba el tiempo y en junio del año siguiente se conformó una comisión que debía preparar las bases de un concurso para la confección de los planos del nuevo edificio y, el 20 de diciembre de 1939 se designó al arquitecto Jaime Roca para efectuar la restauración de la nueva Sede Social.

Una vez terminadas las obras, en febrero de 1946, se compró al escultor Alberto Barral una fuente con dos hipocampos que hoy adornan el hall del primer piso.

Si bien no hay constancia de cuando se realizó la inauguración formal de la nueva sede, La Voz del Interior publicó una nota el 11 de agosto de 1946 que da cuenta que el Jockey Club Córdoba había abierto los salones de la nueva sede, con una muestra de artes plásticas.

En la actualidad, más de doscientas pinturas y esculturas adornan los espacios y paredes. Artistas cordobeses de la talla de José Malanca, Francisco Vidal, Horacio Juárez, y hasta Lino E. Spilimbergo y Benito Quinquela Martín, dejaron sus obras de arte en nuestro club para que todos pudiesen contemplarlas, cuadros que perduran al día de hoy.

A partir del 2001 se realizaron nuevas obras de mantenimiento y remodelación, que incluyeron la inauguración de un moderno gimnasio en el tercero y cuarto piso, la reapertura de la pileta –que estaba cerrada por problemas de deterioro-, y la refacción de la fachada.

Además, la sala de estar, la biblioteca, restaurante y el salón de fiestas se encuentran en perfecto estado, y es el lugar donde se realizan varias actividades sociales.

El Country

En los terrenos adquiridos junto al hipódromo, se iniciaron asimismo obras que dejarían asentada la segunda sede social del club y en febrero de 1940 se realizó una gran fiesta donde socios y no socios disfrutaron de la inauguración del lugar que posteriormente se convertiría en el centro de reunión de numerosos socios que, por sobre todo, practicaban deportes en épocas estivales.

El Country se vestía todos los años de fiesta para recibir el “Carnaval Luminoso”, que era el bailes de máscaras y además, en varias ocasiones, se realizó la fiesta del 29 de septiembre, en vísperas del clásico San Jerónimo.

La prosperidad seguía siendo el motor que impulsa a este Club tan pujante de Córdoba, en tanto que el 8 de mayo de 1995, en los terrenos contiguos al hipódromo, se firmó un convenio para crear un barrio cerrado que cuente con un club hause y una cancha de golf –con 18 hoyos, par 72, con ocho lagunas y un driving-.

Cuatro años más tarde se inauguraron las obras y la cancha comenzó a funcionar.

Hoy cuenta con 18 hoyos, plana y de tránsito, y es una de las más concurridas del país. Tiene más de 600 socios matriculados en la Asociación argentina de Golf que practican el deporte en las instalaciones además de competir en diferentes campeonatos en el Jockey Club Córdoba, en el país y en el mundo.

En el año 2013 se inauguró nuestro proyecto educativo institucional – Colegio Jockey Club Córdoba – con la finalidad de lograr una formación integral de la persona uniendo lo deportivo con lo pedagógico y que la comunidad educativa en su conjunto conviva con las distintas actividades deportivas con rasgos de pertenencia distintivos. Es un vínculo que genera una síntesis de nuestro centenario club con un estilo propio, que responde a una necesidad de la zona y marca una tendencia vanguardista en las propuestas pedagógicas.