La semana pasada, el staff de M-7 quiso hacer un experimento con sus jugadores: sacarlos del contexto del campo de juego para evaluar desde otro lugar como están incorporando conceptos los más bajitos.

La idea fue un “exámen” escrito, con consignas como: dibujar un jugador haciendo un tackle permitido, en que dirección debe correr el jugador para anotar el try, como es una cancha, etc.

La acción se llevó a cabo en los vestuarios y fue todo un éxito.

“Salió muy lindo y creo que es muy rico en cuanto a la percepción de ellos por lo que se ve .. del juego,el espacio…. Y como entienden el rugby no? .. y el hecho de hacerlo en un vestuario también significó para ellos un impacto groso. Les dijimos que era un vestuario donde iban a poder cambiar se cuando jueguen en primera…jeje”  (Entrenador M-7)

El aprendizaje de una practica compleja como es el rugby no es sólo una cuestión de repetición de situaciones o de ejecución de destrezas. Es un continuo hacer y reflexionar sobre ese hacer, y el trabajo no es sólo dentro de un rectángulo verde, si no que se extiende a otros espacios igual de importantes. Que bueno que los más chicos ya lo puedan estar viviendo así.

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