El año pasado, con motivo de los 30 años de la primera gira internacional realizada por la primera división de nuestro club, realizamos una nota especial repasando aquel acontecimiento. (Interesados en aquella nota, ver: https://bit.ly/2AIFRqC)
La gira de 1987 (también a Europa) fue tan valiosa en lo deportivo, humano y cultural, que a nivel institucional se decidió hacer la apuesta de realizar una cada 4 años. Así es como esa llama que encendió aquel año, fue el lugar de inspiración para empezar a soñar la segunda gira…
Aprovechar las oportunidades
La gira de 1991 tenía originalmente como destino al país Sudáfrica. El norte estaba puesto en aquella dirección hasta que una oferta difícil de ignorar apareció.
“Vino uno de los dirigentes, no recuerdo bien si Félix Bruno u otro, y nos comentaron que por unos pesos más de diferencia, podíamos redireccionar la gira hacia el Reino Unido y estar presentes en el mundial de rugby, que se iba a jugar en Octubre. No hace falta que diga que no hubo muchas dudas de que hacer.”
Las palabras son de uno de los integrantes de esa gira, Juan “gato” Maldonado. Que además comenta como todos los miércoles había cita obligada, donde nadie faltaba, para discutir detalles de la gira y organizar las acciones necesarias para llegar al objetivo.
Algo más que un viaje
“Tuvimos una situación especial que nos ayudaba. Si bien financieramente el país estaba mal, cambiariamente estábamos en el auge del 1 a 1 con el dolar, lo que hacía posible soñar con esa gira.” Agrega el ex tercera línea de la primera.
Se sorteo un auto, donde cada jugador tuvo que vender rifas, pero la mayoría de los esfuerzos se pusieron en la venta de publicidad para el libro de gira.
“Había una energía muy especial en el grupo, que quienes eramos parte la podíamos respirar, oler y disfrutar. No existía ‘yo’, existía únicamente ‘nosotros’. ¿Que te quiero decir con esto? Todos trabajábamos para que todos pudiéramos subir a ese avión en Octubre. Si uno había llegado a pagar el viaje, seguía trabajando para que otro, que todavía no estaba en esa situación, pudiera hacerlo. Ahí es donde comenzó a gestarse las bases no sólo de la gira, sino de un gran equipo.” Comenta Maldonado.
Este espíritu desinteresado desde lo individual, y completamente generoso para el bien grupal no era solo de los jugadores. Los protagonistas del viaje remarcan que “el alma” de esa gira fue Félix Bruno, dirigente, que aún sabiendo que él no iba a ser parte de ese viaje, fue uno de los que más trabajó para ver realizada la obra. Todo un modelo a seguir como dirigente.
La gira, la cocina de un equipo campeón
El trabajo para ver realizada la gira fue moldeando el espíritu y los valores de un grupo que estaba en gestación. De la gira anterior sólo había nueve sobrevivientes, entre ellos, Victor Luna, que recuerda de esta forma esos días:
“Ese año no fue un buen año deportivo, creo que salimos quintos o algo así. Del grupo que habíamos ido a la anterior gira quedaban pocos, con algunos referentes a punto de salir: Carlos Guevara (capitán) se retiraba después de la gira, Polaco Feijoo también y no recuerdo si alguno más. Y nos juntábamos con una camada muy buena y numerosa (la ’71). Eramos un equipo joven, nuevo y la gira nos sirvió mucho para conocernos”
Para Victor, que tiene la posibilidad de trazar un paralelismo y comparar, las giras del ’87 y ’91 fueron muy distintas:
“La primera, fue realizada absolutamente toda a pulmón, con muchísimo esfuerzo y hasta improvisación. En el ’87 los dirigentes iban arreglando los partidos estando nosotros allá, llamando a diferentes amigos y conocidos que tenían allá. En el ’91 el viaje lo organizó una empresa y viajamos con un cronograma y una logística previamente diagramada.”
Otra de las diferencias, fue la extensión en el calendario. La primera gira fue una aventura de casi 40 días, con 9 partidos disputados; mientras que la segunda fueron 21 días, con cinco partidos sobre los hombros.
El grupo se consolidó con el trabajo previo, y llegó el 1 de Octubre, día de inicio de la Gira Europa ’91, con destino a la ciudad de Londres. La gira tenía por objetivos 1) consolidar este nuevo grupo que se estaba formando, 2) conocer otras culturas y 3) vivir el rugby en el país donde nació, teniendo por contexto el mundial.
¿Realidad o sueño?
“Para un fanatico del rugby como yo, no había un mejor lugar para estar en ese momento. Vivir en primera persona el mundial es una cantidad de experiencias todas juntas, difíciles de describir” Comenta Luna.
El grupo arribó a Londres el 2 de Octubre, y el 3 estaban en Twickenham presenciando el partido inaugural del segundo mundial de rugby, que tenía en cancha a los seleccionados de Nueva Zelanda e Inglaterra.
La gira fue un mix de experiencias, todas condensadas en 20 días, que incluía partidos del mundial de rugby, excursiones guiadas, días libres y partidos. Todo eso dentro de cuatro ciudades: Londres, Edinburgo, Cardiff y Roma.
El primer partido fue al día siguiente de NZ vs ING, y fue también en Londres, frente al Blackheath F.C., uno de los equipos más tradicionales de la ciudad. Fue victoria roja y blanca, y de aquella experiencia el tercer tiempo fue uno de los puntos altos.
Tras unos días libres y de excursión, que incluyeron la visita a la escuela de Rugby, donde nació el deporte, la delegación se mudó a la escocesa ciudad de Edinburgo, donde se midieron con el Kirkculding R.F.C., y allí también hubo conquista roja y blanca.
El día posterior al partido, los bolsos se armaron nuevamente, para trasladarse a Cardiff y presenciar el segundo partido de Los Pumas, frente a Gales.
“Una anécdota que me queda de este lugar es que eramos 40, y nos habían conseguido 20 plateas y 20 populares, asique, tuvimos que sortear quienes iban a cada lugar. Creo que todavía anda dando vueltas un video de ese momento y la cara de cada uno a medida que iban saliendo los nombres” Victor Luna.
Sebastian Barreiro era uno de los “prodigiosos” que subía con la ’71, y en sus memorias están los vínculos con sus compañeros de habitación:
“En el primer hotel me tocó compartir habitación con Carlos Guevara… ¡al que le tenía terror!
Y él se encargó de que mi primera noche no pudiera ni dormir jajaja.
La gira es ese momento en el cual podes relacionarte de una forma muy especial con tipos que, en la rutina normal de vivir en Córdoba, difícilmente podrías hacerlo. Fue muy importante para mi ese vinculo con él, Victor, Polaco y todos los más grandes.”
Cardiff no fue una ciudad deportivamente agradable ni para Los Pumas, ni para Jockey, ya que ambos se fueron con derrotas frente a Gales y Pennar R.F.C, respectivamente. Y así, la delegación vuelve para Londres a disputar su último partido en las islas y presenciar el último partido de Argentina en el mundial, frente a Samoa.
En lo deportivo, fue nuevamente derrota, esta vez frente a un poderoso y conocido conjunto, el London Irish R.F.C. Cuentan los que estuvieron presentes, que fue el único partido donde no hubo equivalencias. En treinta minutos el conjunto local había definido el pleito, lo que no dejó de ser una experiencia sumamente enriquecedora al medirse con un equipo de primer nivel de Inglaterra. También hubo tiempo para visitar la fábrica de pelotas Gilbert antes de abandonar las islas.
En la previa del partido Argentina-Samoa, las anécdotas cuentan que un joven Damian “Tati” Gonzalez pasó por samoano para algunos espectadores, regalando para la ocasión algunos autógrafos y transformándose en el jugador más “popular” de la gira.
De la experiencia británica muchas son las memorias y las experiencias, a cada uno le quedaron diferentes cosas. Victor recuerda que fue la primera vez que vieron equipamiento específico de rugby, como escudos y bolsas de tackle. Para Juan, la infraestructura de los clubes, la preparación atlética, y sobre todo el nivel de handling de los británicos fue lo que más llamó su atención. Para otros, la experiencia de ver en vivo los entrenamientos de los seleccionados del mundial eclipsó todo lo demás, y para otros la propuesta cultural fue merecedora de su asombro.
La gira comenzó a entrar en su recta final, y el 17 de Octubre el Jockey Club Cordoba partió a la ciudad de Roma a disputar el último encuentro. En la ciudad italiana se midieron con el CUS Roma (equipo al que también enfrentaron en el ’87), para cerrar con un triunfo la gira deportiva.
El 22 de octubre el avión regresó a Córdoba, pero la mayoría se quedó, haciendo “mini-giras”, en grupos de 4 o 5 integrantes, donde cada grupo eligió diferentes destinos para seguir exprimiendo la gira cultural.
“La gira sin dudas que cumplió y con creces los objetivos perseguidos. Deportivamente fue excelente. El mundial, inolvidable; y Culturalmente, para algunos fue una marca para siempre. Probablemente no hubiera conocido Europa de no ser por el rugby y el Jockey.” Juan Maldonado.
“Fue una muy buena gira en lo humano, porque nos relacionó a todos con todos. Estrechó mucho los vínculos entre jugadores, y nos dio la posibilidad de vivir en primera persona el rugby del más alto nivel” Victor Luna.
Para todos fue también el lugar donde se “cocinó” y consolidó un equipo que dos años más tarde sería campeón de Córdoba y protagonista principal del rugby nacional durante toda una década.
A 27 años de esta gira, hoy sigue siendo uno de los puntos de inflexión más importantes que tuvo nuestro rugby: la continuación de un objetivo, el broche de oro para la carrera de algunos y el principio de la década más gloriosa de nuestro rugby.
Los protagonistas
Presidente de delegación: Gustavo Carrara
Manager: Guillermo Ferrando
Médico: Eliseo Videla
Entrenadores: Marcelo Blanco y Ernesto Blanco
Asistente de campo: Raúl Mercado
Capitán: Carlos Guevara
Forwards: Javier Barbatti, Luis Tosco, Damian Gonzalez, Guillermo Inaudi, Ignacio Ferreyra, Carlos Goldaracena, Adrian Palacios, Gustavo Gomez, Juan Maldonado, Marcelo Cordova, Pablo Ottonello, Sergio Urani, Martin Viola y Juan Salomon.
Backs: Pablo Greco, Javier Fiori, Sebastian Barreiro, Alejandro Amilibia, José Feijoo, Victor Sanchez, Victor Luna, José Luna, Mariano Copede, Rodrigo Aguirregomezcorta y Marcelo Bartolucci.
NdR: Un agradecimiento muy especial para Victor Luna y Juan Maldonado, quienes generosamente aportaron mucho material fotográfico y su tiempo y memorias para dar origen a esta nota.
Fue un viaje inolvidable en donde se mezcló lo deportivo con lo cultural, todo en un “caldo de cultivo” humano que como bien comentan Victor y el Gato, fue la base del logro del 93. Hay que animarse a hacer gestas como estas que sin dudas ayudan mucho en la medida que tengan objetivos claros!