Domingo a las 15,30 hs era el momento señalado para que se viviera una fiesta en Córdoba Athletic. La ilusión, más encendida que nunca. Con un equipo que brilló durante todo el torneo, que derrotó al menos una vez a cada rival que enfrentó, que en los dos cruces que tuvo frente al Athletic, el número 1 de la tabla, salió de la cancha como ganador, que en semifinales mostró el carácter necesario para revertir un resultado adverso y ganarse un lugar en este día. Con todo eso ¿Cómo no soñar con un día de fiesta?

Enfrente estaba el verdugo de semifinales del año anterior, un equipo que también hizo sus méritos para terminar en la cima de la tabla, para ganarse el derecho de jugar de local en este partido y que además venía a defender el título logrado en 2017. Nada más que agregar para la previa.

Como en toda final, los primeros minutos fueron de mucha tensión, de estudiarse mucho, de defensas apretadas y pocos espacios. El tanteador sólo lo pudieron mover los pateadores, tres penales por el lado de Athletic y uno por el de Jockey dibujaban el 9-3 parcial.

Como en la semifinal de primera el día sábado, a este Jockey le sobró actitud pero le faltó temple y cabeza para jugar el partido. Athletic lo único que tuvo que hacer fue acorralar con su pie en el juego territorial y defender de manera ordenada y eficaz. En este escenario los rojiblancos mostraron muchas falencias para salir del fondo, con malas ejecuciones, errores en la toma de decisiones y algunas infracciones. El producto de eso: un resultado adverso 19-3 para el entretiempo.

Sin nada que perder, Jockey salió a la carga en el segundo tiempo. Lo quiso por todos lados, probó con el juego corto de sus forwards y con el moul, también con los backs. Por ningún lado aparecían los espacios, y con cada minuto que se consumía, más errores e imprecisiones. La balanza emocional comenzó a torcerse para el conjunto inglés, que por el contrario fue muy efectivo, sin la necesidad de lucirse tanto, y con dos tries y un penal (32-3) casi que liquidaba la historia.

Entre los 20 y los 30 minutos del segundo tiempo se vio al mejor Jockey, al que fue todo el año. Incisivo en ataque y asfixiante en defensa. A los 23′ llegó un try de Juan Soler, de la mano de una gran jugada indivual de Joaquin Alba. Los forwards empujaron y golpearon hasta los últimos metros en dos ocasiones más, pero no pudieron concretar.

Un nuevo try rojinegro, a los 32′ fue el golpe de knock-out a la ilusión hípica. Los últimos minutos mostraron a un combatiente derrotado en el resultado, pero no en su orgullo, que a pesar de la derrota dejó su corazón en cada pelota; y por el otro lado la confianza de quien se sabe victorioso y que acelera para abrazarse a la victoria. Fue un categórico triunfo 49-8.

En un partido de rugby nadie está excento de la derrota. Lo que duele más fue el cómo. Este equipo de Intermedia no merecía cerrar su excelente año con una caída tan dolorosa como la del domingo. Pero si hay algo que nos enseña desde su escencia este deporte, que no importa ni cuantas veces, ni como sean las caídas y los golpes, la regla número uno es volver a levantarse.

Si esta Intermedia llegó a la final, fue por su hambre de gloria, por sus ganas de darlo todo por llegar un poco más lejos. Más de diez años separaron a esta división de una final, y fue este equipo, a base de compromiso, entrega y ganas de crecer quien dio el salto y subió un escalón más.

Quedan muchos meses por delante, para ver si se puede subir un escalón más el año que viene y tomar esa copa con las manos y con el corazón. En el medio habrá un merecido descanso, un tiempo para reflexionar sobre todo lo bueno y lo malo de esta final y de este año y mucho tiempo de preparación para revalidar la grandeza de este conjunto.

Al campeón, felicitaciones, no dejaron dudas de porque la copa está en donde está.

A nuestros jugadores, GRACIAS, por invitarnos a soñar y por demostrarnos que con trabajo, responsabilidad, compromiso y pasión todo reto es posible de superar.

Formación JCC:

1- José Mohn, 2- Tomás Piro, 3- Maximiliano Roldán, 4- Lautaro Ramirez, 5- Joaquín López Faure, 6- Marcos Perea, 7- Sergio Gotti, 8- Guillermo Maldonado, 9- Marcos Paez Molina (c), 10- Lucas Gadow, 11- Federico Sartori, 12- Gustavo Aliaga, 13- Juan Soler, 14- Santiago Cugnini y 15- Santiago Schiavini.
Ingresaron: Diaz, Busleiman, Kutulas, Galloppa, Pronyck, Fernandez, Riera y Alba.
Entrenadores: Javier Fiori, Ramiro Lopez, Galo Alvarez Quiñonez, Santiago Lopez Vaca y Leonardo Gallardo.

 

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