El año pasado, más o menos a esta altura del calendario, la 2000 se quedaba con el grito en la garganta al caer en a final de M-17 frente a La Tablada. Y por esos días, la ’99 no pudo ponerle el broche a un tremendo año que construyó con la ’98, en la que armaron una M-19 que metió a los dos equipos en la final, y que coronó a Jockey «A» campeón de la categoría.
Era la revancha para las dos camadas, frente al Córdoba Athletic «B», el equipo que les arrebató la copa de plata en esta misma categoría el año pasado.
Durante el año, estas dos camadas conformaron un gran equipo de Jockey «B» que jamás se bajó de las primeras posiciones. Doblegaron a todos los equipos con los que jugaron. En semifinales se fueron hasta Villa Warlcalde con el único objetivo de vencer a un durísimo Tala «B», y lo consiguieron. Se volvieron a meter en una final. Y ahí estaban el domingo, listos para ir por la gloria.
Arrancó el partido, y de movida mostraron a que habían venido con una gran jugada colectiva que terminó en try que fue anulado. Pocos minutos después, concretarían la faena con una excelente factura en la punta izquierda. Con el 0-7 en el tablero Athletic «B» salió a buscar el partido, acorraló a los hípicos en su campo y en varias ocasiones estuvo a metros de concretar su objetivo. Pero los ingleses chocaron una y otra vez con una defensa roja y blanca impenetrable.

Gracias a su defensa y al siempre despierto medio scrum, Nicolas Ronco, Jockey «B» consiguió irse al descanso con la ventaja de siete puntos. En el segundo tiempo nuevamente los hípicos golpearon temprano, con un moul que se llevó puesto todo desde la línea de 22 hasta el in-goal, 0-12 y la ilusión con más fuerza que nunca.
Pero Athletic «B» es un gran equipo, y nunca hay que dar por muerto a los grandes equipos. Con paciencia lo fue a buscar y diez minutos más tarde estaban de vuelta en partido, 08-12, producto de un penal y un try.
Los minutos pasaban y el local ganaba en territorio y en protagonismo. Jockey «B» se defendió como en toda la tarde, con el corazón y con todo el cuerpo. La formula defensiva dio resultado hasta los 23′, que Athletic encontró la llave y con un try convertido dio vuelta la historia 15-12.
Con el carácter de todo equipo ganador Jockey «B» fue por todo, lo buscó por todos hasta que en la última, en un penal donde tuvo que decidir buscar el empate o ir por todo, eligió ir por todo. Line y moul, pero la formación cayó metros antes de llegar a la zona prometida, con la perdida de la pelota, para que la suerte quede echada a favor del local.
El deporte obra de formas muy extrañas. La final de plata de M-19 fue uno de esos partidos donde queda la sensación de que lo más justo era que ganen los dos, pero no se puede. Y a estos chicos, que están todavía en formación, el rugby les está diciendo «hay que redoblar la apuesta». Sin dudas que estas experiencias los van a ayudar en los años venideros a disfrutar de todo lo bueno que les queda por delante.
Formación JCC «B»:
1- Agustín Peralta, 2- Gerónimo Azar, 3- Juan Cruz Bornancini, 4- Francisco Gatsch, 5- Santiago Vélez, 6- Juan Martínez Casas, 7- Luis Gallardo, 8- Mateo Altamira, 9- Franco Ronco, 10- Julián Viola (c), 11- Juan Delgado, 12- Juan Cruz Madrid, 13- Francisco Pfister, 14- Alejandro Cristino, 15- Tomás León.
Ingresaron: Biagetti, Nassiff, Molina, Martino, Monje, Juncos y Antonucci.
Entrenadores: Ignacio Seia, Matias Palacio, Pablo Otonelo, José Gulle, Jeremías Carot, Pablo Bitar y Manuel Lopez Vaca.

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