Las instalaciones del predio de nuestro club son uno de los grandes orgullos del rugby del Jockey Club Córdoba. No hay visitante que no quede maravillado por la majestuosidad del verde de nuestra cancha uno o de los algarrobos que lindan entre las canchas de rugby y Hockey.
El verde de nuestras canchas acompaña a nuestro lujoso Club House, donde transcurre la vida institucional de nuestro rugby. Las 4 canchas de entrenamiento, sumado a las canchas nro 2 y nro 3 para jugar, son un privilegio que pocos clubes pueden darse en Córdoba y a lo largo y ancho del país.
Tenemos la la gracia de que toda la vida de nuestro rugby transcurre en un mismo lugar. La historia de nuestro rugby esta en esos vestuarios, en la infinidad de horas de entrenamientos en esas canchas, y en la cantidad de partidos y personas que han pasado por allí dejando su huella, haciendo su aporte, por más chiquito que parezca.
Por diferentes motivos, dos protagonistas de la historia de nuestro club han quedado inmortalizados en el suelo de nuestras canchas. Ellos son “Lito” Luna y Juan Carlos Oviedo (h).
Lito Luna
La cancha de mini rugby que se encuentra detrás del ingoal de Cancha 3, mediando entre esa cancha y las canchas de entrenamiento lleva el nombre de Lito Luna. Ese espacio es hoy, además, el lugar donde nuestro plantel superior elige para entrar en calor.
La razón por la que su nombre acompaña a la actividad de nuestros más pequeños representantes es por su contribución durante muchos años a la formación e inducción en el mundo del rugby y del Jockey Club Córdoba a los niños de esa edad (4 a 7 años).
Durante casi una década, acompaño a toda una generación de jugadores en sus primeros pasos con la ovalada y los colores rojo y blanco. Desde su primera camada -la ’75, de su hijo Sebastian- hasta la última que entrenó, les inculcó el valor de la amistad como un fin y de la disciplina como un medio para desarrollarse, como formas de entender la vida y el juego. Dos principios básicos para interpretar la esencia de nuestro deporte.
“Como persona, fue un hombre que supo tener la virtud de tener una buena relación con todos los estamentos del rugby del club -padres, dirigentes, entrenadores, jugadores-, porque no estaba teñido de ningún tipo de subjetividad para nada.” Recuerda su hijo José, hoy entrenador de la M-19.
Juan Carlos Oviedo (h)
La cancha nro 2 lleva el nombre de Juan Carlos Oviedo (h), jugador de la cámada ’83, hijo de Juan Carlos “malevo” Oviedo, ex-capitán de la primera división de nuestro club hace varias décadas atrás.
Juan falleció el 5 de Febrero de 1999 de leucemia, y esa cancha nro 2 fue el último escenario que lo vio vestido como jugador de rugby. El partido fue frente a La Tablada, cuando transitaba la división M-15.
Santiago “Ati” Fernández Córdoba -hoy integrante del plantel superior- fue uno de sus amigos más cercanos, un “hermano de mamá diferente”. Ati lo recuerda como jugador y como persona así: “Jugaba de centro y tenía un tackle terrible, muy frontal, muy temperamental, con mucho sacrificio y una persona muy positiva. Siempre tenía una palabra de aliento, de esas personas 10 puntos en todo. Una persona admirable, de esas personas muy maduras para la edad que tenía.”
De ese último partido de Juan, Ati recuerda:
“Recuerdo que en el segundo tiempo pidió el cambio. Esa tarde pensé que no iba a jugar en primera, porque recuerdo que su papá en alguna oportunidad le dijo que los jugadores que llegaban a primera eran los que jugaban los últimos minutos como los primeros”.
[…] IR A LA NOTA > […]
Que buen gesto ponerle el nombre de Juan a la cancha nro. 2.
Fue un gran amigo y excelente persona, siempre lo recordaré.