Uno de los objetivos institucionales para este año era poder conformar un equipo M-23. La razón es que se evaluó y diagnosticó que un gran porcentaje de jugadores que terminaban su paso por las juveniles en M-19, si no se incorporaban en un lapso de tiempo al plantel superior, abandonaban la actividad. La situación además planteaba otra realidad no tan «positiva»: los chicos que dejan de jugar suelen alejarse de la vida del club, y al club lo construimos entre todos, desde diversos lugares.
Como el año es largo, cada jugador madura y se desarrolla en diferente tiempo, todos los planteles necesitan de una gran rotación de jugadores, y todo gran club que se precie de serlo tiene una buena base de jugadores en actividad; se apostó a fin del año pasado a trabajar para recuperar a todos estos jóvenes que estaban fuera de la órbita del club.
El primer desafío como equipo, cuentan sus entrenadores, es consolidar el grupo humano. El otro objetivo casi en simultáneo, es transmitirles sentido de pertenencia al club. Para esto, esta división está desarrollando diferentes acciones para que los jugadores se comprometan con el grupo y se involucren con el club. Jeremias Carot (manager) explica una de ellas:
«La primera acción (que ya está en marcha) es que todos los viernes, entre 4 y 6 jugadores del equipo, pintan todas las canchas del club para que los sábados todas las divisiones que juegan de local tengan la cancha en condiciones para hacerlo.»
La acción, sin dudas, es una gran contribución para el desarrollo de la normal actividad de nuestro rugby. Tiene como valor agregado que es una muestra de humildad y solidaridad, no sólo para con las otras divisiones, sino para con los encargados del mantenimiento y preparación de nuestras instalaciones. Otra acción que el manager comenta que está en carpeta, es ir a pintar el hospital de niños, pero esta actividad aún no tiene fecha.
Una acción para destacar también, pero que hace al funcionamiento del equipo, es el rol de los lesionados. Para los entrenadores es muy importante que a pesar de no jugar, los chicos estén «activos» en los entrenamientos y partidos. Para que puedan ser protagonistas, tienen roles asignados los días de partido (como llevar las estadísticas) y entrenamiento (llevar el material de entrenamiento).
No tenemos dudas que todo el trabajo que se está realizando al interior de este equipo va a traer grandes resultados para todo el club.
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