Como cada año, la división M-12 realizó su cierre de temporada con un entrenamiento en el que disputó un partido amistoso con los jugadores de nuestro plantel superior.
Luego de dicho partido se realizó la tradicional entrega de pelotas a cada jugador de la división, en la que también tuvieron la oportunidad de compartir con los máximos referentes de nuestro club.
Esta es una actividad simboliza la entrada de nuestros jóvenes jugadores al mundo del rugby juvenil, donde las exigencias y aspiraciones son diferentes. Por esto es que los más grandes acompañan ese ingreso siendo parte de este «ritual de iniciación» para que los chicos comiencen el camino del sacrificio y entrenamiento que los lleve algún día a ser parte de un plantel superior.
Excepcional iniciativa. Felicitaciones! Abz.