Juan Isidro Ulloa es un hombre de pura cepa andina. Nació, se crió y vivió toda su vida alrededor de la cordillera de los andes.

Desde hace algunos años, a través de su trabajo, ha establecido un estrecho vínculo con nuestro club, ya que es el guía que año a año lleva a nuestros juveniles a través de las imponentes montañas de la cordillera hasta la cruz de hierro, donde está el monumento a los caídos en el «milagro de los andes».

En esta nota Juan nos cuenta de todo, su vida, su trabajo y su relación con el club. Para todos los lectores, Juan Isidro Ulloa:

1- Nombre completo: Juan Isidro Ulloa Ramos

2- ¿Donde naciste y donde vivís actualmente? 
Según mi madre, cuando cruzaban la cordillera de Talca a Malargue, naci, me anotaron en San Rafael, Mendoza.
Actualmente vivo en Malargue, con mi esposa y mis tres hijos.

3- ¿Como llegaste a ser guía en Malarwe?
A los 30 años, recorriendo la ruta 40, me detuvo una nevada de casi un metro en Malargue, fui a esquiar, a recorrer en bicicleta y empece a dar clases de karate-do goyu-kay, yoga, cicloturismo y algo de destrezas criollas, ya que nací en un ambiente ganadero argentino-chileno y sentí que Malargue era mi lugar… en el año 1987, ascendí al Glaciar de las Lagrimas en solitario y de ahí, voy todos los años… estando en contacto con los lugareños y extranjeros que visitaban el sur de Mendoza, empecé a tener compañía en las aventuras que realizaba, y entonces surge lo de guiar.

4- ¿Cono surgió la posibilidad de comenzar con estas excursiones a la cruz de hierro?
En las salidas a la cordillera , nos encontramos con grupos, que ante situaciones climatológicas, les surgieron algunos inconvenientes y pudimos colaborar, estas personas nos contactaron para asistirlos…y así de boca en boca, llegamos hasta hoy.

5- ¿Que es lo que más te gusta de tu trabajo?
 Lo hermoso de esto, es que se vive plenamente, nuestro interior recibe lo natural, y la conjunción cuerpo-espíritu y alma están en paz al cabalgar o caminar, sintiendo ese airecito andino, lo que nos lleva a contemplar, compartir y trasmitir la esencia de nuestra cordillera de los andes.

Su relación con el Jockey

 

1- ¿Cuantos años llevas trabajando con el Jockey?

Con el Jockey Club de Córdoba, tengo la sensación, que crecí entre sus ideales, desde que me contacto un papá una tarde de invierno, cuando vino a esquiar a las leñas con su familia y me trasmitió su sueño de que su hijo estaba en la m16  y que sería muy bueno para los chicos, los padres y para el JCC, es que se iniciaron los contactos, viaje a Córdoba a presentar el programa de ascenso a la madres y de ahí a la fecha han pasado cinco años…

2- ¿Que consejos les das a los chicos (y grandes) al comenzar la experiencia?
 Las charlas que tenemos con los chicos, padres y líderes, están siempre en el ámbito de la seguridad, el respeto, compañerismo y el disfrutar a pleno cada día que estamos en la cordillera, ya que el JCC es el primer club que llega a la cruz caminando, cruzando ríos y arroyos, dejando grabado ese emotivo ejemplo de la esencia del rugby, en donde ocurrió la mayor experiencia de supervivencia del mundo…

3- ¿Que sentís que es lo que más impacta a los chicos de esta experiencia? ¿Notas cambios en ellos?
 Lo que se experimenta cuando se abrazan alrededor de la cruz, es una energía contagiante que desnuda el alma y reafirma el concepto de chicos y hombres de bien, donde el espíritu del JCC, se eleva a la máxima expresión.

4- ¿Que valores crees que se ponen a prueba en una experiencia como está?
 Se ponen a prueba todos los valores trasmitidos por sus padres y líderes del club, que están a flor de piel, es muy gratificante verlos llenos de vida y alegría .

5- ¿Que mensaje te gustaría transmitirle a la familia del Jockey Club Cordoba tras estos años de trabajo conjunto?
 Como padre y amante de estas vivencias, solo decirles a los integrantes del querido JCC y a todos los padres, que sueño con que un día puedan ascender al glaciar de la lagrimas padres e hijos juntos y a la par… es una alegría única.

 

A lo largo de estos 5 años son muchos los jugadores hípicos que Juan ha guiado hasta la cruz de hierro, dándoles la oportunidad de que se pongan a prueba y que descubran por ellos mismos de que no tienen límites si se lo proponen. Muchos de esos chicos mañana estarán vestidos de rojo y blanco y jugarán quizás el partido más importante de sus vidas hasta el momento. Para ellos Juan tiene un mensaje especial:

«Lo bueno de haberlos acompañado y admirado, ante el entusiasmo y la potencia juvenil para llegar a La Cruz y homenajear a la entereza de los Rugbiers Uruguayos… es que hoy desde la cordillera de los andes… les deseamos los mejores éxitos en la final del torneo Nacional de Clubes B …sintiendo un gran honor por sus logros… Abrazo andino queridos rugbiers del JCC!!!

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