El Pladar, una apuesta al desarrollo: Unos 43 jugadores cordobeses se entrenan con altos niveles de exigencia bajo la órbita del Plan Nacional de Alto Rendimiento. Además, otros 23 lo hacen con la misma intensidad promovidos por un programa de la Unión Cordobesa. El futuro de nuestro rugby está aquí. La foto explica muchas cosas. El gran momento del seleccionado cordobés, por ejemplo. También, el crecimiento en la competitividad de sus seleccionados juveniles. La foto que nos devuelve una mañana de jueves en el remodelado Estadio Mario Alberto Kempes es a 70 jugadores, representantes de los 12 clubes de Primera División entre mayores, M20, M19 y M18, entrenando con un altísimo nivel de exigencia. Se trata del Plan Nacional de Alto Rendimiento (Pladar) en su versión Córdoba. Una apuesta de la Unión Argentina en cinco regiones (Córdoba, Tucumán, Rosario, Mendoza y Buenos Aires) e intensificada aquí con un gran aporte de la Unión Cordobesa, que tiende a mejorar y potenciar la preparación de sus jugadores e intentar acercarse al máximo nivel internacional. La cuestión es, ni más ni menos, competir con mejores posibilidades y en un plano que se acerque a la igualdad con los seleccionados del Hemisferio Sur y las potencias europeas. Galo Álvarez Quiñones, casado con Carolina y papá de Joaquín y Paz, es desde abril del año pasado el Mánager Director del Pladar Región Centro. Ex primera línea del Jockey Club Córdoba, de Los Pumitas y Los Pumas, Galo sabe de qué se trata entrenar con un alto nivel de exigencia. Ha jugado en el Periguex de Francia, en el Newcastle de Inglaterra y en el Padova de Italia. Desde 2009, también es el responsable de toda la estructura rugbística de su club, el Jockey CC. “El objetivo del Pladar es desarrollar y potenciar a cada jugador individualmente, para lograr que esté en las mejores condiciones física y técnicas para competir con las grandes potencias mundiales”, señala Galo. Para acercarse a ese nivel, los jugadores entrenan entre tres y cuatro horas diarias, tres o cuatro veces por semana. Esto es en el Pladar. Además, todos se entrenan con sus clubes. “Se trabaja en el aspecto físico y técnico. Debemos lograr un equilibrio entre ambas cualidades, las dos combinadas son las ideales. Sin dudas que la búsqueda está orientada a jugadores de mayor tamaño en estructura física, pero no se descartan jugadores talentosos, de menor estructura física”, sigue Galo. –¿Hay diferencias entre el trabajo en los clubes y en el Pladar? –La gran diferencia es que los clubes trabajan con equipos, tienen equipos que formar sobre todo en planteles superiores, y deben desarrollar jugadores en edades juveniles, pero por una cuestión de tiempo pueden entrenar sólo dos veces por semana, mientras que en el Pladar los tenemos tres o cuatro días a la semana. Además, nosotros trabajamos en los pequeños detalles técnicos que muchas veces los clubes no tienen tiempo de hacerlo. Esto más allá de que el Pladar tiene una estructura profesional dedicada al aspecto técnico y no todos los clubes cuentan con esta estructura. –¿En Europa se trabaja parecido? –En Europa pasa lo mismo. Al ser un rugby profesional, todos los clubes tienen una estructura dedicada especialmente al jugador, que indudablemente está más contenido por la misma estructura y por ende se desarrolla mejor. –¿Cómo responden los jugadores cordobeses ante esta mayor exigencia? –Creo que el Pladar contagió a todos los jugadores de los clubes a entrenarse y estar a la altura de los jugadores Pladar; esto en Córdoba se notó muchísimo. Por ejemplo, en el último Campeonato Argentino el nivel de los jugadores de Córdoba tanto físico como técnico fue muy bueno, y sumado a que formaron un buen grupo de trabajo a nivel jugadores, cuerpo de entrenadores y Unión, se consiguió el resultado. Largó temprano Galo dejó de jugar a los 30 años, en 2009. “No estaba muy bien de la espalda y decidí largar”, explicó en su momento. Por entonces jugaba en el Padova y estaba haciendo cursos de coaching. Regresó y la propuesta de coordinar el rugby de Jockey no lo tomó desprevenido. “Esto me apasiona. En el club estamos desarrollando un plan a tres años y gracias a Dios hoy se están viendo los frutos con las muy buenas campañas en la primera división e intermedia, más allá de que algunas divisiones juveniles también están muy bien. Esto lo remarco porque si bien soy rentado en Jockey, fue un esfuerzo muy grande mío (hace tres años que trabajo 14 horas diarias de lunes a lunes), de mi familia, de los jugadores, entrenadores (que aceptaron todas las propuestas planteadas) y la subcomisión de rugby”, dice el ex primera línea. Entre tanta actividad, Galo no descuida objetivos, que no son otros que los relacionados con su actividad y que no dependen de los resultados deportivos: “El gran objetivo es lograr desarrollar y formar la mayor cantidad de jugadores a nivel nacional y aportar o transmitir conocimientos a cada jugador que pase por el Pladar”]]>

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