Detrás de una talla imponente de 1,84m y 102 kilos está la sensibilidad, el tacto de un futuro médico que en cuestión tiempo se graduará con honores. La responsabilidad le pertenece a Francisco Panessi, ícono del Jockey Club cordobés que optimiza el cronómetro de la rutina para que nada se le vaya de vista. “Mis estudios por suerte van bien. Ya terminé de cursar la carrera y me faltan varios finales, así que ahora estamos en esa etapa, rindiendo de a poco para estar cada vez más cerca de recibirme. Cursar costó un poco con el entrenamiento y los viajes pero con paciencia y perseverancia no hay nada que no se pueda”. El tercera línea sabe que los recursos son agua para hidratar las arcas insolventes de jugadores que no puede lidiar con los requisitos básicos, tema ampliamente discutido en el que propone una idea sin evadir la contribución del espíritu amateur.
-¿Cuáles son tus aspiraciones en la medicina? -Me gustaría poder hacer una residencia afuera del país o algo así, pero intento no preocuparme sino ir ocupándome. Después de los finales me queda el Plan Final Obligatorio, que es casi un año más, así que cuando estemos más cerca ahí si vamos a estar más enfocados en esos objetivos. -¿Qué importancia tuvo para Jocley ingresar al Torneo del Interior? -Es importantísimo. Es un torneo que no solo tiene un gran nivel y ayuda al club y a los jugadores a seguir creciendo, sino que también te da la chance de después estar en el Nacional de Clubes y seguir con lo mismo, mejorando tanto a nivel colectivo como individual. También divierte mucho más jugar con equipos a los cuales no conocés y que juegan diferente a lo que estamos acostumbrados en Córdoba durante todo el año. Los viajes ayudan mucho a afianzar al grupo, es fundamental eso en este deporte. -¿Cuánto tiene el equipo por modificar?  -Hay muchísimo para mejorar y lo bueno es que estado en estos torneos estás más incentivado a seguir por ese camino, el de la autosuperación constante. Hay que seguir creciendo y ser muy autocríticos para poder llegar a lo más alto que se pueda. -¿Evolucionó mucho el rugby cordobés en los últimos diez años? -Yo creo que sí. Eso lo demuestra la gran cantidad de títulos que logró tanto en 15 como en Seven y los muchos jugadores que integran distintos seleccionados. El juego sigue siendo muy físico pero es más dinámico y de mejor calidad. Sigue mejorando, conjuntamente, con el rugby de todo el país que cada vez es más competitivo y hay más y mejores jugadores por todas partes. -¿Pensaste venir a Buenos Aires a jugar? -La verdad que no. Estoy muy cómodo en Córdoba, es una ciudad muy grande y te da muchas oportunidades tanto rugbística como profesionalmente. Tiene la gran ventaja de que las distancias no son tan largas, además del humor y carisma del cordobés. Tiene muchas cosas que hacen que uno la siga eligiendo, pero tampoco soy reacio al cambio. Si alguna vez surge la chance de ir habrá que evaluarla. -¿La profesionalización es una solución? -Creo que hace falta más profesionalización. Hoy en día para estar en un buen nivel tenés que dedicarle muchísimo tiempo y plata al rugby. Osea, no solo te demanda un tiempo productivo en algún trabajo sino además con las suplementaciones: comidas, cuotas del club, viajes, botines, ropas y otros. Te consume dinero, por lo que una ayuda económica haría que mucha más gente pueda dedicarle más y mejor tiempo. Pero sí soy un convencido de que el amateurismo le da un condimento a los jugadores que no se ven en otros países. Los clubes están bien como están y forman no solo jugadores sino buenas personas. Una solución podría ser que a partir de los seleccionados provinciales esté la profesionalización, algo así como lo hacen en otros países del Hemisferio Sur. -En el Rugby Championship la sensación que brindan los Pumas, como en la ajustada derrota con Sudáfrica en Mendoza, es que siempre falta algo para completar el progreso. ¿Dónde están las diferencias centrales para obtener un resultado favorable? -Los otros tres equipos del Rugby Championship tienen otra estructura, más cantidad de jugadores y todos ellos mucho mejor preparados. Son profesionales de este deporte desde los 16 años la mayoría. Pero no creo que estemos tan lejos. El rugby argentino sigue creciendo y sigue formando cada vez a más y más jugadores. Todavía se ve por los resultados que falta, pero esto es un proceso y como todo proceso lleva su tiempo de adaptación, de pruebas y readaptaciones. -Argentina debutará en el Mundial de Inglaterra 2015 frente a los All Blacks en Wembley. ¿Te esperanzás con estar en ese plantel? -Uno nunca pierde la esperanza de llegar a jugar algún partido en Los Pumas. Por suerte todos tenemos la capacidad de soñar y perseguir los sueños, pero jugar el Mundial la verdad que lo veo muy lejos. Con que me llamen a otro partido con el seleccionado nacional, en el nivel que sea, ya con eso, soy muy feliz.
Foto y fuente: Banquete Depórtivo
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