Por las semifinales del Nacional de Clubes B nuestra primera derrotó a Jockey Club Rosario 20-11 en un épico partido, que quedará para siempre en las memorias hípicas.
El escenario no pudo haber sido mejor para escribir uno de los mejores episodios de los últimos años para nuestro rugby. Un excelente marco de público, con una hinchada teñida de rojo y blanco que no dejó de alentar en ningún momento del partido, fue el decorado de un excelente encuentro de rugby que brindaron los equipos.
En la carrera por un lugar en la final, fue el hípico rosarino quien se adelanto, tomando el protagonismo de la pelota. Los de verde y blanco se posicionaron en 22 yardas locales y con un juego de mucho vértigo estuvieron a punto de anotar el primer try del partido, pero la defensa cordobesa respondió con éxito e impidió la conquista.
Tras 15 minutos de protagonismo visitante, poco a poco los capitaneados por Ignacio Plans comenzaron a equiparar las acciones y llevar el juego a zona de peligro para los del litoral. El partido se jugaba de igual a igual, con mucha intensidad en los puntos de contacto, al límite en cada jugada, lo que le costó algunas amarillas al Jockey rosarino. En este intercambio, los cordobeses pudieron aprovechar la superioridad numérica para adelantarse al termino del primer tiempo, pero no con la distancia en el marcador pretendida. El 6-3 tenía gusto a poco en el contexto de un partido muy parejo.
El descanso le sentó muy bien a los rojiblancos, que con solo 3 minutos en el reloj abrían un hueco en la defensa, con una gran entrada por el centro de Julio Deheza que terminó definiendo Juan Cruz Mallia a toda velocidad. La parcialidad local explotaba en un abrazo y comenzaba a ilusionarse con jugar una final después de mucho tiempo.
Jockey de Rosario, pese a las indisciplinas, es un equipo que sabe jugar al rugby y con mucha hidalguía y entereza fue a buscar el partido. Con más actitud que ideas comenzó a buscar la réplica, que llegó a los 11 minutos, y a los 23 con un penal se ponía a tiro 13-11.
Los nervios aumentaban y la adrenalina adentro de la cancha también. El partido volvió a equipararse en el juego, y cuando más lo necesitaba, el Jockey cordobés apeló a todo su orgullo, a toda su juventud y a su hambre de llegar a lo más alto posible para abrazarse al boleto de la final. En una jugada de pizarrón, Franco Molina inició desde un line el sprint final de este Jockey hacía su ilusión más grande, la de ser campeón, y dejando cuatro defensores desparramados en el piso corrió hasta zambullirse en el ingoal visitante, para decretar con la conversión de Francisco Lazcano el 20-11 definitivo con el que se cerró el encuentro.
El final fue una de las mejores postales de los últimos años. Todo un club emocionado, abrazado a un grupo de jóvenes guerreros que entregaron hasta la última gota de energía, para que toda su gente siga creyendo en este sueño de ver al Jockey Club Córdoba campeón del Nacional de Clubes B 2017.
Formación JCC:
1- Santiago Pullela, 2- Ignacio Palomeque, 3- Facundo Devoto, 4- Matias Goren, 5- Franco Molina, 6- Joaquín López, 7- Ramiro Robledo, 8- Sergio Gotti, 9- Marcelo Blanco, 10- Ignacio Plans (c), 11- Lucas Busdrago, 12- Félix Luna, 13- Julio Deheza, 14- Horacio Urtubey y 15- Juan Cruz Mallia.
Ingresaron: Emanuel Busleiman, Juan Pablo Romero, Tomás Ramirez, Facundo Montero, Bruno González y Francisco Lazcano.
Entrenadores: Sebastian Barreiro, Nicolas Sosa, Javier Fiori, Jorge Chali y Marcos Albano.
Tries: Mallia, Molina.
Conv.: Deheza, Lazcano
Pen.: Deheza (2)
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