Empezó a jugar en el Coihues Rugby Club a los 15 años y nunca más paró. Hoy se ubica entre los mejores 50 rugbiers de la Argentina. Estudia medicina y promete que algún día volverá y entrenará a los chicos de La Angostura.
Hasta los 15 años, nada vinculaba a Francisco “Pancho” Panessi con el Rugby. Su padre siempre fue amante del fútbol, y él y sus amigos jugaban al handball, al báquet o al vóley.
Pero todo cambió cuando un grupo de ex jugadores de rugby radicados en Villa La Angostura decidieron encarar un proyecto muy ambicioso: fundar un club y transmitirle a los chicos el amor por “la ovalada”.
Bastó una sola tarde para cambiar la historia. Pancho acudió a una “Clínica” que se hizo en la playa del Lago Correntoso y quedó fascinado. “Ahí empecé con Rugby y fui dejando paulatinamente los otros. Creo que el grupo que se fue generando ayudó mucho a esa decisión”, cuenta este joven de 26 años, fordwards 3era. línea, integrante de Los Jaguares y estudiante de medicina.
–¿Cómo fue el proceso de salir de un pueblo donde no hay tradición de Rugby y llegar a jugar en primera en Córdoba ?
Fue algo que se fue dando. Me vine a Córdoba a estudiar Medicina y quería seguir jugando. El nivel acá es más alto, también las exigencias y las comodidades para entrenar. Entonces lo que tenia que hacer era eso, entrenar mucho (que siempre me gustó) y disfrutar de un club como el Jockey que te brinda muchas facilidades para poder crecer tanto como jugador y como persona.
Con suerte y también con dedicación fui de a poco mejorando hasta que pude a los 18 debutar en primera y a los 19 ya quedar en el plantel superior.
-¿Alguna vez soñaste o pensaste en jugar en Los Pumitas y en Jaguares? ¿cómo fue la experiencia?
La verdad es que nunca se me había ni cruzado por la cabeza. El año anterior a venir a estudiar a Córdoba, jugamos un Campeonato Argentino de Menores de 18 con la Selección de los Lagos del Sur y recuerdo que vimos un partido de los Doguitos (Córdoba) vs Tucumán, y no podíamos creer el nivel de juego y el tamaño de todos. Eran unas “bestias” para nosotros. Al año siguiente, ya en la Docta, me seleccionaron para integrar un combinado del Sur de Córdoba para ver jugadores para los Doguitos. Jugué bien y de ahí quede para los Doguitos. No lo podía creer. Después del Argentino en Mar del Plata me dijeron que había quedado para un trial de Pre Pumitas, y te soy sincero ni entendía el significado de eso. Fui a jugar esos triales (que son partidos entre los seleccionados) y quede en una lista de espera para el Mundial para Menores de 19 en Belfast, Irlanda del Norte. Una semana antes del mundial se lesionó Fidel Lamy, actual amigo, y me llamaron para viajar. Todo un sueño!
Al año siguiente tuve la chance de volver a viajar a otro Mundial, en Cardiff, Gales, y después estuve un tiempo sin tener convocatorias nacionales.
En el 2012 tuvimos un buen año con el Jockey y con Los Dogos, donde salimos campeones del Argentino, y desde ahí para el 2013 me llamaron para un amistoso vs Uruguay.
Desde ese partido empezó un nuevo sueño donde tuve el privilegio de jugar el Sudamericano y después integrar los equipos que viajaron a Bucarest, Rumania (Nations Cup) y a Victoria, Canadá (Americans Cup). Fueron experiencias muy intensas y gratificantes. Imposible no disfrutarlas segundo a segundo y sacar millones de aprendizajes y buenos recuerdos.
¿Cómo es la vida de un rugbier de primer nivel y cómo se compatibiliza el estudio con el deporte?
La verdad es que no me puedo quejar de la vida que me toca llevar. Lunes, Martes y Jueves entrenamos de 9 a 12 en el Pladar (plan de alto Rendimiento) todos los jugadores que estamos en el sistema en Córdoba. Y esos días también entrenamos con el club a la noche, así que voy un rato antes de nuevo al Gym y de 9 a 11 30 estoy en cancha con el Jockey. A la tarde queda un tiempo que hay que aprovecharlo para estudiar porque sino no me recibo más!. Los Miércoles y Viernes hay solo Gym un par de horas y es el día más intenso para los libros (aunque no siempre uno es tan aplicado) y los Sábados se juega. El Domingo es el merecido día de descanso.
Hoy en día puedo llevar esta vida porque deje ya de cursar y me quedan (varios) finales nomás. Pero a esto hay que sumarle que siempre tenés lesiones, así que a los días de la semana tenés que meterle una o dos horas de fisioterapia.
Son días largos e intensos pero hago lo que me gusta y eso es un gran privilegio! También hay tiempo para los amigos y la novia, que no sé cómo pero los hay.
¿Que te dio el deporte en todos estos años?.Lo bueno y lo Malo.
Lo que más me dio fue AMISTADES. Soy muy afortunado de la gente que tengo al lado y esa gente apareció de una u otra forma por este deporte. También me dio disciplina y me enseñó muchísimos valores. Estoy muy agradecido a este deporte.
No veo casi cosas malas. Es cierto que le tenés que dedicar mucho tiempo y eso te saca para otras cosas como viajar, o dedicarle tiempo a tus seres queridos. Hasta en las vacaciones vas al gimnasio o salir a correr, pero también es un modo de vida, y es algo que tiene una fecha de vencimiento a corto plazo, así que no es tan malo tampoco.
-¿Qué fue lo más emocionante de tu carrera y por qué?
Tengo contados dos momentos que fueron únicos. El primero fue cantando el himno del primer partido del mundial de Gales vs Irlanda. El mundial pasado había sido lindo pero había entrado medio por la ventana. Para este mundial había entrenado muchísimo y haberme ganado el puesto había significado mucho. En ese himno me acordé de todo lo hecho y de toda esa gente que estuvo a mi lado y me ayudó a llegar y no pude parar de soltar las lágrimas.
El segundo fue en el 2013 cuando me llamaron al amistoso vs Uruguay. Hacía mucho que no integraba un seleccionado nacional y era muy especial volver a vestir esa camiseta. Llegamos, nos dieron la ropa (un momento siempre espectacular porque ya estas uniformado, sos parte del equipo y te sentís como un profesional, es muy bueno) y fuimos a una charla. Mauricio Reggiardo y Martín Gaitán eran los entrenadores y nos dijeron qué íbamos a hacer, y cuando estábamos yendo a la cancha me llamó Mauricio. Yo pensé que me iban a decir que iba a quedar como el número 24, que si se lesionaba alguno yo iba a entrar o algo así. Pero En vez de eso me dijo “Pancho, vos vas a ser el Capitán del equipo” por tal y tal cosa… No lo podía creer! Me fui para la cancha a entrenar y me temblaban las piernas. Nunca me había pasado de sentir eso. Fue muy loco y muy emocionante.
¿Cuando termines tu carrera universitaria y deportiva, volverías a la Villa y entrenarías a chicos?
La verdad es que no se qué va a deparar de mi vida de acá a dos años, así que menos a 10 o más. Mi intención es crecer, terminar la carrera y con el título en mano tener la experiencia de vivir en otro país, y hacer la residencia donde tenga que ser. Más tarde de eso (faltan siglos) me encantaría volver a disfruta de La Angostura y más que nada que mis futuros hijos tengan el privilegio de tener una gran niñez en un lugar como ese. Obvio que si vuelvo a La Angostura estaría de lleno entrenando y ayudando en mi club de ahí, en Coihues, donde todavía soy socio y al cual con los chicos de Villa lo construimos arando la cancha, haciendo los pozos y poniendo los palos del perímetro. Si en un futuro me toca volver, no me permitiría no ayudar a que siga creciendo el club que me dio este tan lindo regalo como es jugar al Rugby.
Foto y Fuente: Diario Rio Negro
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