Por Iñaqui Monesterolo
Fotos: Marcela Canciani (OFF Lozada)
Por la segunda fecha del torneo oficial del rugby cordobés nuestra primera cayó sin ningún tipo de atenuante frente al campeón defensor, Tala Rugby Club, por 52-15.
Las derrotas siempre son difíciles de digerir, no importa si es por uno, cinco, quince o treinta puntos. Está en la naturaleza competitiva de todo deportista. Pero una derrota como la del sábado es un episodio que obliga a parar un poco la pelota (como dicen en el futbol), dejar cualquier emoción de lado, y analizar lo más frío y tranquilo que se pueda para entender que pasó.
Pese a que Tala siempre fue un rival difícil en su cancha, la confianza de nuestro equipo estaba lo suficientemente fuerte como para ir a la casa del campeón, a jugar de igual a igual, y pelear por una victoria como sucedió el año pasado. La confianza venía respaldada por la tranquilidad de estar realizando hace mucho un trabajo a conciencia por un lado, y resultados que re-afirmaban esa realidad por el otro.
El primer tiempo mostró un equipo local decidido a imponer su juego desde la primera pelota. Un try penal para comenzar, y posteriormente, durante 30 minutos cada vez que se lo propuso, perforó a su antojo la defensa de un equipo hípico que entró con las piernas pesadas y que le tomó mucho tiempo interpretar el ritmo de juego que necesitaba para plantear algún tipo de discusión. Cuando Jockey despertó ya tenía un marcador adverso de 26-3, pero al menos consiguió anotar un try antes de que caiga el primer telón a través de Lucas Busdrago, tras un buen empuje en el scrum de los delanteros.
El inicio del segundo tiempo dio la sensación que comenzaba otro partido, con un equipo visitante más atrevido para jugar y más físico en los puntos de contacto. Los capitaneados por Ignacio Plans le robaron la pelota al local por unos 25 minutos, pero las imprecisiones y algunos descuidos hacían que la reacción hípica no se traduzca en la cantidad de puntos que necesitaba para pelear el partido. Los únicos puntos llegaron por medio de un try Juan Cruz Barreiro.
Como contra-cara al equipo de Villa Warlcalde, más maduro, más despierto, le resultaba mucho más fácil hacerse de puntos en sus incursiones por campo rival. Si bien no tuvo la pelota por mucho tiempo, cuando la recuperó fue sumamente efectivo y anotó cuatro conquistas que terminaron por quebrar a Jockey y sentenciar el partido con un contundente 52-15.
En el escenario del rugby cordobés, Tala es hoy día el protagonista principal, el que marca el ritmo. Es uno de los equipos que integra la “elite” del rugby nacional, medirse contra este equipo siempre sirve de parámetro sobre donde está parado uno. Y si bien nadie podía negar antes del partido que aún hay mucho por trabajar para estar en ese nivel, difícil era para cualquier miembro del Jockey Club (sea hincha, dirigente, entrenador o jugador) imaginar una diferencia tan exigua como la que se vio el último fin de semana.
¿Es real esa diferencia?
Sin la intención de buscar excusas, sino más bien de analizar la mayor cantidad de factores uno puede encontrar varios lugares desde donde interpretar las acciones. Mientras que Tala presentó su mejor equipo, Jockey se vio en la necesidad de presentar una alineación a la que le faltó un tercio de su equipo titular con Pulella, Molina y Luna afectados por el mundial juvenil, Juan Cruz Mallia aún recuperándose de una lesión y con la huella de la partida de Alejandro Allub demasiado fresca.
Obviando nombres, Tala también cuenta con un plantel más extenso y eso quedó evidenciado en el cierre del encuentro. Esa es quizás la brecha más importante a achicar, de cara a un calendario que incluye Nacional de Clubes, el siempre exigente rugby cordobés y un posible regional con los equipos del Litoral. Si se pretende ser competidor en todos los torneos, hay que seguir trabajando para ampliar la base de jugadores que estén en condiciones de jugar en primera división para poder así soportar semejante desgaste.
Como análisis final, el rugby es un deporte que exige la máxima concentración e intensidad en el juego desde el minuto cero al ochenta y si nuestra primera hubiera podido sostener la concentración y entrega que tuvo entre el cierre del primer tiempo y gran parte del segundo, seguramente también estaríamos hablando de un partido diferente, ya que estos jugadores nos han demostrado que si se lo proponen, pueden.
A no desalentarse y a seguir trabajando comprometidos y juntos, desde el mini rugby hasta el plantel. Sólo queda sacudirse el polvo, levantar el guante y mirar para adelante este desafío, que mientras más grande sea el desafío a vencer, más grandes nos volveremos como club.
Formación JCC:
1. Tomás Ramírez, 2. Emanuel Busleiman, 3. Facundo Devoto, 4. Facundo Montero, 5. Matías Goren, 6. Augusto Cugnini, 7. Joaquín López, 8. Ramiro Robledo, 9. Marcelo Blanco, 10. Ignacio Plans (capitán), 11. Juan Cruz Barreiro, 12. Julio Deheza, 13. Leandro Brunetto, 14. Lucas Busdrago, 15. Horacio Urtubey.
Ingresaron: Duran por Ramírez, Gait por Busleiman, Month por Devoto, López Fabre por Goren, Perea por López, Lazcano por Blanco, Soler por Urtubey.
Entrenadores: Fiori, Chali, Sosa, Barreiro
Tries: Busdrago, Barreiro
Conv.: Deheza
Pen.: Deheza
Amonestados: Busdrago
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