Los pólenes son granos minúsculos que, si bien puede estar presentes durante todo el año, es la primavera la estación en la que más plantas sueltan pólenes, haciendo que millones de partículas en el ambiente desencadenen síntomas de alergia o “rinitis alérgica estacional”. Las personas con alergia al pólen perciben esta sustancia como un agente nocivo, lo que provoca una respuesta del sistema inmune.

Cuando el pólen entra en contacto con la piel, los ojos o el aparato respiratorio, nuestro organismo se defiende liberando una serie de sustancias químicas al torrente sanguíneo, principalmente, la histamina, responsable de los estornudos, el lagrimeo y otros síntomas comunes de la alergia.

1 Evitar salir a la calle durante las primeras horas de la mañana y las ultimas de la tarde, momento donde se concentra la mayor cantidad de polen en el ambiente.

2 Es recomendable mantener puertas y ventanas cerradas el mayor tiempo posible para restringir el ingreso de estas partículas. Durante la caída del sol, momento de menor polinización, se puede ventilar la casa unos 5 o 10 minutos para renovar el aire que ingreso durante el día.

3 Es de mucha ayuda el uso de anteojos de sol para proteger los ojos.

4 Hacer ejercicio es una buena manera de mantener nuestro sistema inmune activo y preparado, si bien no es una cura para las alergias, puede ayudarnos a prevenir algunos síntomas. Sin embargo, tené en cuenta realizar actividad física en momentos del día donde el nivel de polen sea menor (como se menciona en el punto 1).

 

 

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