Cada vez son más los deportistas que recurren a estos productos como resultado de la exigencia física generada por las actividades cotidianas y la práctica de deportes que requieren capacidades como la resistencia, la fuerza, la velocidad, la coordinación, el contacto físico, entre otras. Sin embargo pocos conocen los efectos, los ingredientes que contienen y la confiabilidad de los productos que ingieren.
Los suplementos son productos especialmente formulados y destinados para complementar la alimentación de personas sanas que no llegan a satisfacer sus necesidades básicas o presentan requerimientos nutricionales mayores a los habituales. Entre los nutrientes que suelen brindar se encuentran: proteínas, grasas, aminoácidos, hidratos de carbono, vitaminas, minerales, fibra y hierbas.
Los suplementos deportivos comúnmente utilizados son aquellos que prometen mejorar el rendimiento deportivo, prevenir la aparición de lesiones, reducir la fatiga, acelerar la recuperación muscular y favorecer la modificación de la composición corporal (aumentar masa muscular o reducir masa adiposa); no obstante, son pocos los productos que tienen una amplia evidencia y respaldo científico.
La primera recomendación antes de empezar a consumir un suplemento deportivo es evaluar cómo es la alimentación habitual que realiza el deportista a diario, ya que los SUPLEMENTOS NO SON SUSTITUTOS de una buena alimentación. Se puede pensar en incluirlos recién cuando hayamos asegurado una alimentación completa, balanceada y acorde a las necesidades del jugador, una correcta hidratación y un descanso adecuado.
Posteriormente, hay que confirmar que el suplemento cumpla con tres obligaciones: EFICACIA (demostrar que funciona a través de estudios científicos), SEGURIDAD (demostrar que no daña la salud) y LEGALIDAD (demostrar que no producen doping positivo). Una forma práctica y rápida para evaluar dichas características es revisar la clasificación de suplementos deportivos que propone el Departamento de Nutrición del Instituto Australiano del Deporte (AIS). VER CLASIFICACIÓN
Por último, se debe verificar que el suplemento elegido cumpla con las leyes que menciona el ANMAT. En el rotulo deben figurar los siguientes datos:
- Marca y nombre comercial del producto.
- Denominación que indique que el producto es un suplemento dietario.
- Listado de ingredientes completo (incluyendo los aditivos).
- Información nutricional por porción o ingesta diaria recomendada por el fabricante.
- Nombre y domicilio del elaborador o importador.
- Número de Registro Nacional de Establecimiento (RNE) elaborador o importador otorgado por la autoridad sanitaria.
- Fecha de vencimiento.
- Número de lote.
- Ingesta diaria recomendada (la cantidad que debe consumirse por día).
- Modo o forma de consumo (por ejemplo con el desayuno, con abundante agua, etc.).
- Advertencias: deben consignarse de manera obligatoria las leyendas: Consulte a su médico; No utilizar en caso de embarazo, lactancia ni en niños (a menos que el producto se encuentre orientado específicamente a ellos); Mantener fuera del alcance de los niños; Otras advertencias, que dependerán de la composición particular.
Consumir suplementos deportivos no es garantía ni de mejor recuperación, ni de aumento de masa muscular ni de descenso de peso si no es acompañado por un buen entrenamiento, una buena alimentación y un buen descanso. Por tal motivo, siempre es necesario consultar un profesional antes de comenzar un protocolo de suplementación.
NUTRICIONISTA – M.P 3653
ANTROPOMETRISTA ISAK NIVEL 2
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